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Duelo en adolescentes

 Gestionar el duelo con los adolescentes es una de las tareas más complejas a las que muchos padres temen enfrentarse. Ese temor procede del propio miedo de los adultos a hablar de la muerte y dejar al descubierto sus propias emociones.

La adolescencia es una etapa de profundos cambios, donde el mundo emocional y físico se encuentra en constante evolución y la muerte de un padre, una madre, un hermano o amigo cercano es una experiencia realmente devastadora para quien atraviesa una etapa de por sí muy compleja y repleta de constantes cambios psicológicas, físicas y académicas.

Los adolescentes necesitan de apoyo constante no sólo a través de la escucha y el diálogo comprensivo sino también a través de la validación de sus emociones y sentimientos.

Para acompañarte en esa gestión del duelo con tu hijo adolescente, Adela Martínez Gómez, terapeuta especializada en acompañamiento en procesos de duelo y pérdida, te ofrece algunos consejos que podrían servir en ese acompañamiento.

NO OCULTES LO OCURRIDO.

 Los adolescentes ya no son niños y saben perfectamente que la situación en su casa, en el entorno en el que se mueve ha cambiado. Es importante que conozcan por parte de sus referentes adultos lo que está ocurriendo; si es una enfermedad incurable, si ha fallecido algún ser querido o un compañero de instituto a muerto. El compartir con iguales la información puede ser algo muy valioso en la adolescencia por lo cual es recomendable fomentar este tipo de encuentros en colegios, institutos, centros deportivos…

HAZLO PARTICIPE DEL FUNERAL Y OTROS RITOS DE DESPEDIDA.

El funeral también es importante para los adolescentes de la familia. Sin embargo, es posible que ésta sea la primera vez que ellos asistan a uno y esto pueda sobrecogerlos.  Es primordial que hables con el adolescente sobre las actitudes, reacciones y emociones que podría observar y experimentar en esta ceremonia, de esta manera podrás tranquilizarlo respecto a cómo actuar frente a otras personas que se acerquen a él. Hacerlos participes de la planificación de esta ceremonia, conversa sobre qué le gustaría llevar a su ser querido a la tumba o qué traje usará ese día le ayudaran ante esta situación quizás desconocida para él o ella.

Dejar al adolescente que decida por sí mismo es fundamental para elaborar su duelo y respetar su deseo en el caso de que no quiera hablar o participar en la ceremonia.

RECONOCE SUS SENTIMIENTOS Y LOS TUYOS.

Al igual que un adulto, el adolescente se deberá enfrentar a emociones como el estrés, la ira, la culpa, la tristeza durante su proceso de duelo. Es posible que se enfrente a situaciones desconocidas pera el y desconozca las estrategias de afrontamiento que lo pueden ayudar en este momento.

Está bien que tú también llores y muestres tu dolor frente a él reservando aquellos momentos de mayor desconsuelo para espacios más íntimos … Reconoce sus sentimientos, habla con él sobre lo importante que es expresar estas emociones y bríndales el permiso de poder reír, llorar, enojarse o alegrarse sin sentir culpa por hacerlo. Ofrecerles distintas estrategias de afrontamiento, puede ser de gran ayuda, para canalizar y profundizar estas emociones como, por ejemplo: escribir una carta, desarrollar la parte artística, etc.

RESPETA LOS ROLES FAMILIARES

La muerte del padre, la madre o un hermano/a trae consecuencias inevitables en el reordenamiento del sistema familiar. Cada miembro de la familia cumple determinadas funciones y es importante que cada miembro de la familia incluidos los adolescentes sepan que no tienen que asumir el rol de la persona que ha fallecido. La pérdida de un ser querido provoca en el adolescente no sólo una mayor preocupación y ansiedad respecto al futuro de la familia, sino que equivocadamente muchas veces se los obliga a asumir responsabilidades que no le corresponden. En ocasiones hemos escuchado decir cuando fallece el padre “Ahora tú eres el hombre de la casa», lo que carga de responsabilidades que no tiene por qué asumir el adolescente, que se encuentra cuidando de su madre viuda, de su hermano menor, realiza trabajos a tiempo parcial, etc. Si bien es saludable asumir tareas acordes para su edad siempre que tenga tiempo para estudiar y divertirse, no hagas que tu hijo asuma responsabilidades de adulto para las cuales aún no está preparado.

.ESCÚCHALO Y ABRE EL DIÁLOGO.

El adolescente en duelo no sólo deberá afrontar las inquietudes propias de la edad, sino que además la muerte de su ser querido le llevará a enfrentarse a preguntas existenciales respecto al significado de la vida. Cuestionarán la muerte, se preguntarán cómo y por qué sucede, así como comenzarán a conformar y revisar sus creencias entorno a esta. Si dialogar con ellos es fundamental durante toda la adolescencia, durante un proceso de duelo el diálogo y la reflexión lo es aún más.  Una mirada, un abrazo o una caricia pueden ser más útiles cuando las palabras sobran.

Si él no desea hablar contigo, puede ser útil buscar grupos de apoyo de duelo para adolescentes en los que pueda compartir con otros pares su experiencia personal.

MANTENTE ALERTA

No dejes de prestar atención a lo que el adolescente hace y/o dice… A veces esta noria emocional del proceso de duelo puede llevarlos a buscar mecanismos de afrontamiento equivocados que no sólo los evaden del dolor, sino que ponen en riesgo su salud física y emocional. Los adolescentes están mucho más expuestos a el abuso de alcohol, el consumo de drogas, el aislamiento social, etc. debido no sólo a que suelen ser más impulsivos sino que además se sienten invencibles y toman ciertos riesgos que inclusive pueden poner en peligro su vida. Abrir espacio al diálogo, conversar con ellos sobre los riesgos de tomar estas actitudes autolesivas y establece los límites que consideres necesarios. Si estás preocupado por su comportamiento, no dudes en hablar con un profesional especialista en duelo para que pueda acompañarlo en esta etapa emocional tan compleja. No esperar a que sea el adolescente quien pida ayuda puede evitar muchas complicaciones futuras.

BUSCA APOYO.  

Como se mencionó antes, para los adolescentes puede ser especialmente difícil y vergonzoso hablar con su padre o madre sobre los sentimientos que está experimentando a causa del duelo y quizás no querrán manifestar su “vulnerabilidad”. En un duelo marcado por la soledad y el aislamiento, es sumamente recomendablemente que hables con él sobre los beneficios de acudir a un terapeuta o a un grupo de apoyo en el que, junto con otros adolescentes, pueda compartir y reflexionar sobre su pérdida. El apoyo mutuo es una de las maneras más eficaces que tiene el adolescente para sanar compartiendo su pérdida en un entorno sin prejuicios ni presiones.

Ser paciente con sus emociones, mantenerte alerta frente a posibles comportamientos autolesivos y comprender sus contestaciones en el marco de este proceso de readaptación como es el proceso de duelo son aspectos imprescindibles para incorporar en una familia que está transitando por un proceso de duelo.

Artículo elaborado por Adela Martínez Gómez, terapeuta y acompañante en procesos de duelo y pérdida, Coach de Vida y una apasionada del desarrollo personal.

Os invitamos a que visitéis su web: www.paravolveravivir.com para conocerla mucho mejor.

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